Los dos zapatos izquierdos

Siempre he escuchado que todas las empresas cometen errores y que lo importante es cómo reaccionas y resuelves este problema.

Es mucho más fácil decir esta frase a darte cuenta que esta vez fuiste tu la que cometió el error.

Era 31 de diciembre de 2020 y nos tocaba recibir el año en casa sin mucha celebración y con toque de queda. Había grabado unos videos para la cuenta de TikTok de Clutch y estábamos listos para tomar un vino y ponernos a ver alguna película. 

De pronto llega el mensaje que toda emprendedora/empresaria teme: ¡ARRUINASTE MI AÑO NUEVO! El cuerpo se me congeló y empecé a leer todo el mensaje. Resulta que habíamos enviado un par de zapatos con 2 zapatos del mismo pie!!!, era un error terrible y no había justificación más que distracción de nuestra parte. 

Traté de entender cómo es que esto había pasado, revisé el código del pedido para cotejar fechas, turnos en tienda y quizá encontrar alguna explicación. Pues no había mucha ciencia detrás de esto, la cosa es que metimos la pata. 

En otro momento hubiera cogido mi carro en el acto y manejado hasta su casa para arreglar este desastre, pero el toque de queda y la inmovilización me lo impedían. Traté de pedir un servicio de courier por moto pero ninguno estaba trabajando.

Entonces no me quedó más que conversar con ella, explicarle que lamentablemente no había forma de hacerle llegar en ese mismo instante el cambio. Estaba furiosa y era comprensible; comenzó a contarme que tenía el #outfit listo para combinarlo con sus zapatos nuevos y que era un error terrible.

Luego me comentó que ella también cometió el error de no probarlos apenas le llegaron, que fue varios días antes, - Es que confié en ustedes - me dijo. Bum eso me hizo sentir mil veces peor. 

Ya nuestro año nuevo también estaba arruinado, me sentía terrible y peor aún estando con las manos atadas de no poder darle una solución rápida. 

Al día siguiente lo primero que hice fue coordinar el cambio con un courier y aproximadamente a las 10 am el problema estaba arreglado. Conversé nuevamente con ella y ya estaba muchísimo más tranquila. Aceptó mis disculpas y creo que las aguas se calmaron. 

¿Qué aprendimos?

Pues ahora revisamos 3 veces los pares de zapatos antes de sellar una caja de envío. También pedimos revisar los productos apenas llegan a sus domicilios y probarlos lo antes posible, para poder solucionar cualquier eventualidad. 

Seguramente seguiremos cometiendo errores y estos nos ayudarán a ir creando procesos para evitarlos. Pero creo que nunca olvidaré a esa clienta y a la sensación que tuve cuando leí su mensaje.

Si también tienes una empresa o emprendimiento, me gustaría conocer alguna anécdota como esta.

Cuídense mucho.

fio.